El Fondo Monetario Internacional (FMI), con sede en
Washington, es junto al Banco Mundial (BM) uno de los dos organismos económicos
internacionales creados a partir de los acuerdos de Bretton-Woods del año 1944.
Hoy los movimientos especulativos de capital a lo largo y
ancho del planeta suponen un montante desbocado respecto de las transacciones
financieras que se producen como contrapartida de los intercambios de bienes y
servicios de la economía real. En este aquelarre de finanzas especulativas, el
FMI y la Unión Europea defienden a ultranza el libre movimiento de capitales,
condición necesaria para la existencia de paraísos fiscales.
El FMI impone planes criminales de ajuste estructural en los
países “rescatados” de la zona euro, igual que lo viene haciendo desde el
último tercio del siglo pasado con países de Asia, África y Latinoamérica. Hoy,
la periferia de la vieja Europa, es una zona subdesarrollada más al servicio
del gran capital.
¿Por qué el FMI no le pegó fuego a los paraísos fiscales? Las
revelaciones de los Papeles de Panamá nos dan algunas pistas al respecto.
Rodrigo Rato, Director Gerente del FMI entre mayo de 2004 y
junio de 2007, se acogió a la amnistía fiscal del PP del año 2012. En 2015 se
inició un procedimiento judicial contra él por supuestos delitos de fraude,
blanqueo y alzamiento de bienes. Con la filtración de los Papeles de Panamá ha
trascendido que utilizó sociedades en paraísos fiscales para repatriar 3,6
millones de euros aprovechando dicha amnistía fiscal.
Dominique Strauss-Kahn, Director Gerente del FMI entre
noviembre de 2007 y mayo de 2011. En 2009 afirmó textualmente “Hay que pegar
fuego a los paraísos fiscales”. Con la filtración de los Papeles de Panamá se
ha conocido que el fondo de inversión que dirigió en Luxemburgo hasta 2014,
ayudó a crear al menos 31 sociedades en paraísos fiscales. Claro, luego no les
pegó fuego, y es que normalmente la gente no va por ahí incendiando su propia
casa.
Christine Lagarde, Directora Gerente del FMI desde junio de
2011 hasta la actualidad. A través de la participación del FMI en la Troika, ha
exigido aplicar sin contemplaciones las políticas de austeridad que se han
cebado con los/as más débiles durante la crisis de la deuda soberana de los
países periféricos de la zona euro. Su nombre todavía no ha salido en los
Papeles de Panamá.
Una y otra vez les repito a mis alumnos/as en la Facultad
que si les ofrecen alguna vez el cargo de Director/a Gerente del FMI, que
mediten antes de aceptarlo. Es un puesto de alto riesgo para personas sin
escrúpulos.
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