jueves, 16 de junio de 2011

Aumenta la sensibilidad social contra las fusiones de las cajas rurales















El pasado 10 de junio unas 40 personas se dieron cita en el Centro Social de Casas Ibáñez. El 12 de junio fueron unas 65 personas quienes acudieron al Salón de la Concepción de Villamalea. Y por último, el 13 de junio 30 personas estuvieron presentes en el Salón de Actos de La Tercia en Mota de Cuervo. Se trata de los únicos 3 pueblos de Castilla-La Mancha que tienen cajas rurales locales.

En los tres casos, los profesores de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Castilla-La Mancha en Albacete, Francisco Escribano Sotos y Gregorio López Sanz, plantearon las raíces históricas de estas cooperativas de crédito y el panorama de futuro que se presenta. Recalcaron que la situación de solvencia y saneamiento financiero de las cajas rurales locales está muy por encima del resto del sector financiero, por lo que no hay razones objetivas ni legales que obliguen a un proceso de fusión. Posteriormente se desarrolló un amplio intercambio de ideas interesante y fructífero entre todos/as los/as asistentes.

En general, los asistentes a estos actos apostaron por la continuidad de las cajas rurales locales tal cual las hemos conocido hasta ahora, y ello:

- porque el ahorro de nuestra tierra puede y debe revertir hacia proyectos cercanos de interés comunitario, organizados de acuerdo a esquemas solidarios, cooperativos, horizontales y equitativos.

- porque permiten incorporar a los socios locales a los procesos de toma de decisión sobre la inversión de los recursos financieros autóctonos.

- porque los recursos de nuestras cajas rurales locales se asignan en función de las posibilidades reales de los proyectos locales y no en función de la aportación de garantías ni de la maximización del beneficio a corto plazo.

También hubo algunas voces favorables al proceso de fusión argumentando que desde el Banco de España cada vez se ponen más trabas y exigencias al desarrollo de la actividad cotidiana de estas cajas rurales, algo que podría evitarse con la fusión. A este respecto hubo contestaciones de otros presentes que abundaban en la idea de que los tiempos que nos tocan vivir son de dificultades, pero no tanto como hace 50 años, cuando nuestros/as abuelos/as decidieron unirse para garantizar la financiación de sus explotaciones agrarias que los bancos les negaban. Hoy día estamos asistiendo a una mayor participación e implicación de la ciudadanía en los asuntos comunitarios, y cabe esperar que esto mismo vaya a suceder en el caso de las cajas rurales si se trata de defenderlas como patrimonio comunitario clave para el futuro de nuestros pueblos.

En este sentido, la Asociación para el Desarrollo de La Manchuela, que engloba los 25 Ayuntamientos de La Manchuela y más de 100 colectivos y asociaciones de esta comarca, aprobó el pasado viernes 10 de junio en su Asamblea Ordinaria celebrada en Abengibre una moción a favor de las cajas rurales de Casas Ibáñez y Villamalea que decía textualmente: “Por todo lo cual solicitan a los Órganos de Gobierno competentes y al Banco de España que articule la normativa acorde al reconocimiento y mantenimiento de estas entidades financieras locales, puesto que no suponen riesgo para el sistema financiero español, y para que puedan seguir trabajando en el desarrollo de su territorio, del que forman parte esencial de su historia y son instrumentos fundamentales para poder afrontar, a pequeño nivel local, un futuro de complejas relaciones financieras”.

En fin, que acaba de abrirse el debate. Entre el 17 y el 19 de junio próximo, estas tres cajas rurales van a celebrar Asambleas Ordinarias en las que el tema de su futuro (fusión sí, fusión no) será abordado. La decisión final al respecto se tomará después del verano en Asambleas Extraordinarias que habrá que convocar al efecto. Ahora es el tiempo del debate, la movilización y la implicación más profunda de los/as socios/as en la vida de estas entidades.

viernes, 10 de junio de 2011

DEMOCRACIA REAL YA ALBACETE: EL PACTO DEL EURO



















El pasado lunes 6 de junio, los compañeros/as de Democracia Real Ya Albacete me invitaron a ilustrar y debatir sobre el "Pacto del Euro", la nueva vuelta de tuerca del gran capital especulador contra la ciudadanía. Entre otros aspectos se dio un repaso a lo que está pasando con el sistema financiero, el déficit público, el impuesto a las transacciones financieras y a las relaciones entre competencia-competitividad.

La conferencia y posterior intercambio de ideas puede seguirse en los siguientes 5 enlaces de video

Video 1
Video 2
Video 3
Video 4
Video 5





jueves, 9 de junio de 2011

CAJAS RURALES LOCALES: FINANCIACIÓN A ESCALA HUMANA






Miguel Ángel Gómez Borja
Francisco Escribano Sotos
Gregorio López Sanz
Isabel Pardo García
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Albacete
Universidad de Castilla-La Mancha

La reestructuración del sector financiero en España se ha convertido en una de las políticas estrellas para luchar contra la crisis. En pocas palabras, se está impulsando con la ayuda de una legislación a medida y con ingentes cantidades de dinero público un proceso de concentración bancaria que confiere el poder a muy pocos. Fórmulas tradicionales de la actividad financiera española, como las cajas de ahorro y las cajas rurales (cooperativas de crédito), no se escapan a esta tendencia.

Las cajas de ahorro están en pleno proceso de fusión y conversión en bancos privados, necesitados de capitalización, por lo que van a convertirse en presa fácil y suculenta de fondos de inversión internacionales. Es decir, un sector básico para la economía como es el financiero, va a quedar casi completamente en manos de entidades privadas que tienen récord en generación de beneficios como consecuencia de su capacidad para imponer condiciones gravosas a sus clientes, además de por los despidos masivos de personal que se están llevando a cabo (20.000 despidos sobre los 130.000 puestos de trabajo en el sector de cajas de ahorro).

Por su parte, las cajas rurales, de las que había provinciales y locales, están embarcadas en un proceso de fusión y conversión en cajas rurales de ámbito regional. Así se produce un alejamiento del territorio y de los pueblos que las forjaron hace casi medio siglo, porque las decisiones sobre su gestión se centralizarán, se reducirán los cauces de participación directa de sus socios en la vida de la entidad, y poderes políticos y económicos buscarán la forma de utilizarlas en beneficio particular.

Contar con vías de financiación local es clave para el futuro del mundo rural:

- porque el ahorro de nuestra tierra puede y debe revertir hacia proyectos cercanos de interés comunitario, organizados de acuerdo a esquemas solidarios, cooperativos, horizontales y equitativos.

- porque permiten incorporar a los ahorradores y socios locales a los procesos de toma de decisión sobre la inversión de los recursos financieros autóctonos.

- porque los recursos de nuestras cajas rurales locales se asignan en función de las posibilidades reales de los proyectos locales y no en función de la aportación de garantías ni de la maximización del beneficio a corto plazo.

En Castilla-La Mancha, hasta hace apenas un año existían 4 cajas rurales provinciales y 4 locales. Las fusiones han definido 2 grandes cajas rurales regionales (Caja Rural de Castilla-La Mancha y Globalcaja) y quedan aún 3 cajas rurales locales: Casas Ibáñez, Mota del Cuervo y Villamalea. Socios/as de éstas últimas, así como ciudadanos/as en general, están en los últimos tiempos reivindicando que estas entidades sigan manteniendo su status local, prestando un servicio esencial a familias y pequeñas y medianas empresas.

Estas cajas rurales locales, que están completamente saneadas, con una solvencia que triplica la media del sector financiero, deberían intentar seguir pegadas a la tierra que las vio nacer, a las gentes que allí trabajan y viven, y seguir haciendo realidad el sueño de los cooperativistas que las crearon hace 50 años: la unión de las gentes de los pueblos, del campo, para proporcionar a través de sus propios recursos los servicios financieros que les negaban otras entidades financieras.