viernes, 2 de febrero de 2018

CASTILLA-LA MANCHA SAQUEADA: LA SEQUÍA DE LA RAZÓN


El título de estas notas es una adaptación de “Extremadura saqueada. Recursos naturales y autonomía regional”, libro coordinado por los maestros José Manuel Naredo, Juan Serna y Mario Gaviria en el año 1978, en plena transición política.

El mismo dibujaba el marco de sometimiento y extractivismo consustancial al capitalismo, que a pesar de estar disfrazado con la “máscara de la democracia, es jerárquico y autoritario y continúa imponiendo coercitivamente sus relaciones de dominación y sus agresiones contra la naturaleza y los individuos”.

En Castilla-La Mancha se han reproducido en las últimas décadas los mismos esquemas de expolio que se señalaban en el caso extremeño, además de otros propios de los tiempos modernos, ligados a la maduración de su autogobierno. La mayor parte del interior peninsular ha jugado el papel de suministrador de energía, materiales, tierra y agua que devoran las grandes ciudades y polos industriales de Madrid y toda la costa mediterránea.

Centrales nucleares, cementerios de residuos radioactivos, embalses que roban el agua, sobreexplotación de acuíferos para robárnosla a nosotros/as mismos/as, expulsión de población rural, fuga de capitales de grandes empresas y fortunas, agricultura intensiva que esquilma suelos y pueblos, macrogranjas porcinas que envenenan la tierra, vertederos de residuos mil, minerías viejas del carbón, minerías raras para tecnologías que nos desconectan de todo, fracking, concentración de la propiedad de la tierra, urbanismo especulativo, autovías y aeropuertos a ninguna parte, industria de la guerra, plataformas logísticas certificadoras de precarización laboral, fincas, escopetas, señoritos, casinos y burdeles.

Naredo advertía en el Epílogo del libro contra “la ilusión de que la situación actual podría modificarse mediante un simple cambio en la cúspide política (…) si el Estado no es un ente neutral ello no se debe sólo a que sea el instrumento de una determinada clase social, sino también a que por su propia naturaleza su organización burocrática, jerárquica y centralizada no puede más que reproducir relaciones de dominación sobre individuos y territorios cualesquiera que sean los que la controlen”

El próximo lunes 5 de febrero, a las 20 horas, organizado por la buena gente de Ecologistas en Acción de Albacete, Cipriano Escribano y yo reflexionaremos sobre cómo este modelo depredador y desertificador se manifiesta en la gestión de las aguas de la provincia de Albacete.

La sequía de la razón es aún más dañina que la de las precipitaciones. Esta última acaba curándose con lluvia o con austeridad bien entendida (sí, claro, hay una austeridad y simplicidad justa y necesaria). En cambio, la primera es el caldo de cultivo para el despliegue de la racionalidad economicista y tecno optimista, incapaz de entender y cuidar las vidas, incompatible con ellas.