jueves, 30 de agosto de 2007

VERSOS DE LA ESPERA(NZA)

En marzo de 2005, cuando mi familia esperaba noticias de la adopción de una menor en Colombia, que al final sería nuestra cuarta hija (Angélica), escribí lo que viene a continuación.

VERSOS DE LA ESPERA(NZA)

Todos los hombres y mujeres somos iguales,
en dignidad, libertad y amores.

La humanidad entera,
no sabe de fronteras,
por eso todas las familias del mundo,
deberían ampliarse por fuerza,
hasta agarrar las manos extendidas y sostener la mirada de todos los niños y niñas,
porque nadie ha venido a este mundo para llorar en soledad.

Papá y mamá nunca olvidaremos cuando cruzamos las primeras miradas
con Daniel, Darío y Esperanza.

Daniel es la ilusión por los animales,
por las plantas, por las bicicletas...
y es el campeón del despiste,
pues sino le preguntas por los deberes del colegio,
ni se acuerda de hacerlos.
Pero hay algo de lo que no se olvida:
de ver la televisión, de merendar su vaso de leche con galletas
y de echarle de comer a su perra y a su gata.

Darío habla por los codos,
y aunque es el más cariñoso de todos,
no obedece en casi nada a sus padres.
Es un completo inconformista,
siempre lleva la cara llena de arañazos,
pues con su hermano o con sus amigos,
las discusiones están a la orden del día.

Esperanza fue recibida con 11 meses,
bajo 4 ó 5 mangas de ropa que le había puesto su mamá sustituta,
sin derramar una sola lágrima,
mirándonos fijamente,
mientras su nueva mamá la tenía en brazos,
y su nuevo papá le movía un globito para entretenerla.
La primera noche que pasó junto a nosotros,
se despertó de madrugada,
se puso de pie en la cuna,
nos miró a papá y mamá en la cama,
se acostó de nuevo y se durmió.

Y ahora nos acercamos todos juntos,
a descubrir a nuestro próximo hermano e hijo,
que ya ha nacido,
y nos aguarda en algún lugar de Colombia,
no sabemos si con piel morena o clara,
si con llanto o sonrisa,
con sueño o despierto,
mujer u hombre,
cariñoso o arisco,
confiado o huidizo,
enfermo o con salud.

Qué mas da,
si como dice nuestra poetisa Gloria Fuertes:
"¿Dónde está Dios?
Está en todas partes.
Está en todas las personas.
En todos los lugares de la tierra,
del mar,
del universo.
Está en el pueblo, en la playa,
en la ciudad, en el monte,
en la casa del pobre,
(a veces en la del rico),
en las iglesias y siempre
en el corazón de los niños
y de la gente buena."

Por todas las personas sin exclusión alguna,
porque ellas son el lugar preferente de encuentro con Dios acá en la Tierra.

Casas Ibáñez (Albacete), marzo de 2005