Hace poco que ha visto la luz el
Proyecto de Presupuestos de Castilla-La Mancha (CLM) para 2016. Contiene la
previsión de ingresos y gastos del gobierno de la región, sabiendo que las
políticas que queremos aplicar en nuestro país, comunidad autónoma o municipio,
o están reflejadas en los presupuestos, o no podrán desarrollarse. Y además, o
están dotadas suficientemente en el plano económico, o no podrán llevarse a
cabo con el grado de eficacia y calidad deseable.
Pienso que los presupuestos de
CLM para 2016 van a verse afectados de insuficiencia de recursos para poder
alcanzar unos servicios públicos de calidad, tomando como referencia los
existentes en 2011, año en el que todavía no se habían puesto en marcha las
políticas de recortes sociales.
Hace unos días, analizando los
presupuestos de la serie 2007-2015, aventuraba que alrededor de un 20% del
presupuesto total de gastos en 2016 se destinaría a amortizar deuda y pagar sus
intereses. Finalmente ha sido el 18%, gracias a que en los últimos tiempos ha
caído a mínimos históricos el tipo de interés y ha permitido refinanciar la
deuda pública en condiciones muy ventajosas. Ello ha permitido reducir el pago
por concepto de intereses de la deuda desde los 427 a los 219 millones de euros
en 2016, consiguiendo un ahorro de 208 millones de euros que se ha podido
dedicar a políticas sociales. Si este hecho no hubiera ocurrido (la caída de
los tipos de interés), la insuficiencia de recursos para financiar políticas
sociales aún se hubiera visto más agravada.
La aceptación del Pacto de Estabilidad
de la Unión Europea y de un Banco Central Europeo que no financia directamente
a los Estados, está detrás del hecho de que en 2016 Castilla-La Mancha vaya a
destinar 1.522 millones de euros al pago de la deuda (1.303 a amortización y
219 a intereses). Es decir, una cantidad equivalente al gasto en Educación y
Cultura. He aquí cuál es el coste para la ciudadanía de Castilla-La Mancha del
Tratado de Maastricht y la reforma del artículo 135 de la Constitución
Española: recortes y precariedad social, absolutamente legales, absolutamente
vergonzosos.
Es verdad que de 2015 a 2016, el
presupuesto total de gastos pasará de 8.206 a 8.420 millones de euros, lo que
supone un aumento del 2,6%. Incluso que el aumento en las consejerías de
contenido social será aún mayor (6,0% en Bienestar Social, 8,7% en Sanidad y
4,7% en Educación y Cultura). Esto hay que reconocerlo y desde un punto de
vista optimista, celebrarlo como un cambio de tendencia respecto de los
presupuestos del Partido Popular en el período 2011-2015.
Pero si comparamos con el año
2011, en 2016 el presupuesto de éstas áreas es sustancialmente inferior: Bienestar
Social un - 48,07%, Sanidad un - 29,54% y Educación y Cultura un - 27,58%. Si
nos vamos a determinadas partidas de gran transcendencia social para luchar
contra la pobreza y la desigualdad, la menor consignación presupuestaria en
2016 respecto a 2011 es aún más alarmante:
- Pensiones y prestaciones
sociales para atender a los sectores de población más vulnerables: reducción
del 88%, desde los 225 a las 27 millones de euros.
- Programas sociales básicos
tales como los planes concertados y supramunicipales: reducción del 43% desde
los 110 a los 65 millones de euros.
- Prevención y apoyo a las
familias: reducción del 50% desde los 14 a los 7 millones de euros.
-Atención a personas con
discapacidad: reducción del 13% desde los 117 a los 101 millones de euros.
-Atención a personas mayores:
reducción del 28% desde los 369 a los 267 millones de euros.
- Cooperación al desarrollo:
reducción del 70% desde los 9 a los 3 millones de euros.
- Promoción de la mujer,
asistencia con motivo de la violencia de género: reducción del 22% desde los 21
a los 17 millones de euros.
- Atención integrada de la salud
(atención primaria y especializada, prestaciones farmacéuticas): reducción del
30% desde los 3.498 a los 2.453 millones de euros.
- Educación infantil y primaria:
reducción del 32% desde los 794 a los 536 millones de euros.
- Educación secundaria y
Formación Profesional: reducción del 21% desde los 767 a los 607 millones de
euros.
- Enseñanza Universitaria:
reducción del 15% desde los 167 a los 142 millones de euros.
Es cierto que a veces hay margen
para un uso más eficiente de los recursos, es decir, que podemos utilizarlos
con el máximo cuidado y control con el fin de lograr estirar al máximo sus
resultados. Pero creo que la brecha presupuestaria entre 2011 y 2016 es todavía
tan amplia que como mucho tendremos que conformarnos con ciertas mejoras en
estos servicios, que aún quedarán muy lejos de la situación previa a la crisis.
Si no hay contratiempos en la recuperación económica (y esto no está
descartado), alcanzar dichos niveles previos a la crisis puede suponer esperar
una década.
Hay que pensar que los servicios
públicos asociados a bienestar social, sanidad y educación son intensivos en factor
trabajo, y que en el período 2011-2015 la plantilla de personal de la Junta de
Castilla-La Mancha se ha visto reducida en unas 10.000 plazas aproximadamente.
La mejora de calidad en estos servicios va a ir de la mano de que se lleven a
cabo las correspondientes ofertas de empleo público durante los próximos años, estando
previsto que en 2016 la oferta de empleo público sea de 1.710 plazas.
Todos los argumentos señalados
más arriba serían un simple ejercicio de comparativa interanual, incluso de
crítica fácil, si no fueran acompañados de alternativas para hacer frente a
esta situación. Por ello, en estas circunstancias de insuficiencia de ingresos
para financiar las políticas sociales en CLM, debemos preguntarnos si hay alguna
posibilidad de conseguir mayores ingresos públicos de carácter tributario. Yo
entiendo que sí. Lo expondré en la próxima entrada de mi blog, que llevará el
siguiente título: “Impuestos más justos en Castilla-La Mancha: mejores políticas
sociales”.
3 comentarios:
Muy interesante. Estaría bien poderlo leer en los periódicos provinciales. Saludos y muchas gracias
Gracias por el trabajo
Creo que era algo necesario, tener impuesto más justos era algo que los manchegos llevamos mucho tiempo pidiendo y seguro que a partir de ahora se verán mejores inversiones e infraestructuras, más vale tarde que nunca
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