miércoles, 20 de enero de 2016

LOS PRESUPUESTOS DE CASTILLA-LA MANCHA PARA 2016: DE MOMENTO, LAS MISMAS FORMAS

 
El 4 de diciembre de 2011, cuando al Gobierno del PP en Castilla-La Mancha (CLM) ya apuntaba maneras en la preparación de su política de tierra quemada para esta región, escribí una entrada en mi blog con el título “Hay alternativas en Castilla-La Mancha: políticas para las personas, no para los especuladores” http://gregoriolopezsanz.blogspot.com.es/2011/12/hay-alternativas-en-castilla-la-mancha.html La misma acababa con la siguiente frase: “Lo primero de todo, reinventar la democracia”.
A nadie debería escapársele que la verdadera filiación ideológica de un gobierno no se deriva de la establecida en los estatutos del partido o partidos que lo apoyan, sino de las diferentes partidas monetarias que plasma (o no) en los presupuestos para acometer las distintas políticas públicas de su competencia.
El actual gobierno del PSOE de CLM tomó posesión a principios del pasado mes de junio de 2015. De acuerdo con la ley, el 1 de octubre debería haber presentado en las Cortes de CLM el proyecto de presupuestos para 2016. Debido al traspaso de poderes y demás cuestiones relativas al cambio de Gobierno, se anunció que los presupuestos sufrirían un retraso en su tramitación y aprobación. Hasta ahí, nada que objetar. Dicha argumentación es razonable.
Por fin, en el Consejo de Gobierno del 29 de diciembre de 2015 se aprobó el anteproyecto de la Ley de Presupuestos de 2016 que debe comenzar a partir de ahora su tramitación con la intención de que sean aprobados definitivamente durante las próximas semanas por las Cortes de CLM.
Tiempo habrá de estudiar con detenimiento el fondo de dicho proyecto de presupuestos. Muchas personas y colectivos están esperándolo con gran interés para determinar hasta qué punto el cambio de gobierno en CLM se va a reflejar también en las políticas que afectan a la vida cotidiana de la gente.
De momento las formas son más de lo mismo. Más de la vieja política. Es decir, la participación ciudadana está completamente ausente de su proceso de elaboración y aprobación de los presupuestos. Los presupuestos los elaboran técnicos/as expertos/as, y cuando ya están cuadrados, se pasan a la consideración de los representantes del pueblo en las Cortes de CLM (democracia representativa), saltándose así un paso fundamental en la línea de la transparencia y la democracia directa: la determinación de las prioridades de ingresos y gastos por la vía del debate y el acuerdo directo de la ciudadanía (democracia participativa).
A pesar de estos tiempos tan ajustados, si hubiera habido voluntad política, con carácter inmediato se podría haber puesto en marcha un proyecto piloto para la implantación de unos presupuestos autonómicos participativos. Luego, ese proyecto piloto se podría transformar durante el año 2016, en una figura legal estable contemplada en el Estatuto de Autonomía, para que con independencia del signo político de los futuros gobiernos autonómicos, la decisión sobre la asignación y gestión del presupuesto de la Junta de Comunidades resida DIRECTAMENTE en el pueblo. Pero claro, eso supone reducir el poder del Gobierno regional en favor del pueblo, e insisto, ello requiere voluntad política.
Sería bueno que a partir de ahora, con tiempo por delante para definir y aprobar el correspondiente procedimiento de participación ciudadana, se avance en esta dirección de democracia directa, transparente y sin intermediarios. Y que no sea solo de manera estética, para cubrir el expediente, sino que enraíce y penetre en todos los ámbitos de la sociedad civil.

1 comentario:

jimenezrequena dijo...

Aplica este artículo al Gobierno de CLM un principio, el de buscar el apoyo ciudadano, que yo creo que este gobierno y su fiador, no han manifestado nunca. Por otro lado, la participación de los ciudadanos va más allá de la aprobación de los presupuestos, estaría en la continuada evaluación de la gestión del gobierno, en la aprobación de las leyes y en la supervisión de la justicia. Falta esa manifestación de intenciones, falta la adquisición de un compromiso, y falta, nada menos, que la fórmula que determine el modelo de funcionamiento: ¿Cómo se determina la voluntad del ciudadano de una forma directa, frecuente y viable? ¿Cuáles son los procedimientos funcionales de la Democracia Directa Moderna y no asamblearia a día de hoy?