Cuando acudimos a votar en una elecciones encomendamos a nuestros representantes que trabajen por una sociedad más justa. Aquí, cada ciudadano/a vale lo mismo: un voto.
Cuando pasan las elecciones, muchos de nuestros representantes políticos, igual que marionetas, conectan los hilos de su cabeza y sus políticas a las manos del gran capital, cuyo poder no emana de la dignidad de persona, sino que crece con los euros de renta y riqueza que poseen...y así, la desigualdad se agrava gracias a las políticas públicas.
¿Para qué están los gobiernos? Para que personas como José Luis Burgos deban pedir por caridad, exponiendo su vida, lo que le corresponde por justicia. No dejes de entrar en el enlace de más abajo, porque si en este país hubiera luchadores/as como José Luis, hace ya tiempo que el timón de nuestra economía habría virado 180º.
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