La Revista Utopía ( http://www.revistautopia.org/ ) me ha formulado una serie de preguntas a vueltas con la crisis. Se publicarán en un próximo número de la misma. Mientras tanto, las pongo a continuación.
1. ¿Cuáles son a su juicio las causas de la crisis mundial?
Entiendo que es un compendio de desigualdades sociales crecientes, de belicismo, de sobreendeudamiento/sobreconsumo que implican la destrucción de la Naturaleza y de ausencia de regulación y control en asuntos tan importantes como los mercados financieros. En fin, un cóctel explosivo y de carácter profundamente estructural en esta etapa de capitalismo maduro globalizado.
2. ¿Y en España, a qué se debe la crisis?
Pienso que a todo lo anteriormente comentado, con la puntilla de un mercado inmobiliario y un sector de la construcción (tanto de obra residencial como de obra pública) absolutamente desbocado. La burbuja inmobiliaria en España no tiene nada que envidiar a la crisis de las hipotecas basuras en Estados Unidos. Como tampoco tiene nada que envidiar el déficit exterior de la economía española (exportaciones menos importaciones) al déficit exterior de la economía estadounidense: son los más altos del mundo, y eso no significa otra cosa más que sociedades que están consumiendo y viviendo muy por encima de sus posibilidades pidiendo prestado al resto del mundo. Porque en términos agregados, a los países les pasa como a los hogares, que si desean gastar por encima de su renta, deben de pedir prestado.
3. ¿Qué responsabilidad tiene el actual gobierno en la crisis?
Pues la propia de haber accedido al poder en 2004 y no haber hecho nada en todo el tiempo que transcurre hasta agosto de 2007 (crisis de las hipotecas basura) y verano de 2008 (cuando comienzan a manifestarse las primeras consecuencias sobre la economía real) para haber intentado reconducir la situación hacia un nuevo modelo productivo no dependiente del ladrillo y mucho más estricto en lo referente a regular y perseguir comportamientos económicos de alto riesgo tales como la especulación de las entidades financieras. Cuando finalmente ha habido que abordar este tema, nos encontramos que las arcas públicas están exhaustas y se apela a subir los impuestos de las clases medias y bajas para financiar políticas anticrisis.
4. Algunos sectores están criticando el papel jugado por los sindicatos, se preguntan cómo es posible que en un país con más de cuatro millones de parados no se haya producido todavía ninguna huelga general.
De momento, sin perjuicio de que el paro tendrá manifestaciones durísimas en muchísimos hogares, todavía hay una amplia cobertura social a través de prestaciones públicas. Además, el fenómeno de la economía sumergida ayuda a sobrellevar la crisis a muchas familias (se estima que casi supone una cuarta parte de la economía formal). También ocurre que hasta ahora el Gobierno no está tomando decisiones que impliquen un ataque frontal a las posiciones de los sindicatos, y estos, hasta el momento, en lo que toca a identificar el origen de la crisis y las políticas a aplicar, no ven en el Gobierno responsabilidad alguna. Lo que pueda ocurrir en los próximo meses al respecto tendrá que ver con la salida o no de la crisis, y, en caso negativo, con las posibilidades de mantener las coberturas sociales, lo cual se relaciona directamente con el margen para seguir aumentando/manteniendo el gran déficit público actual.
5. Qué opinión le merece algunas soluciones como el retraso de la edad de jubilación o la propuesta de los empresarios de abaratar el despido.
Lisa y llanamente son intentos de cargar los costes de la crisis sobre quienes no han tenido nada que ver en su generación. Se trata de recortar derechos sociales, de ir hacia atrás en el Estado del Bienestar, porque resulta que ahora con la crisis el dinero público ha habido que desviarlo a ayudar a los bancos y al gran capital, que siguen jugando al casino financiero en paraísos fiscales, donde se evaden ingresos públicos y por lo tanto se socavan los pilares sociales de nuestra economía.
6. ¿Qué otros cambios se podrían hacer, que necesariamente no afectara al abaratamiento del despido?
Los datos en la Unión Europea nos dicen que las tasas de paro son más bajas en aquellos países que tienen un mercado de trabajo más regulado, y donde los salarios son mayores. Esos países tienen fuertes sistemas educativos, de innovación y de políticas sociales. Intentar salir de la crisis por la vía de abaratar la mano de obra (a la hora de prescindir de ella), es intentar ponerse a la altura de países que ante nosotros tienen todas las de ganar en esta economía globalizada donde la deslocalización y la rapiña de recursos naturales y humanos (explotación) está a la orden del día.
7. ¿Puede ocurrir en España lo mismo que está pasando en Grecia?
Claro que puede ocurrir, porque no se está haciendo nada en el ámbito europeo ni mundial para frenar los ataques especulativos del gran capital contra los estados. Con la especulación hay posibilidad de ganar mucho dinero en muy poco tiempo, y eso desborda la avaricia de multitud de gestores de fondos de inversión que sólo buscan el máximo beneficio a corto plazo, y no les importa lo más mínimo que ello implique que mucha gente lo va a pasar muy mal. Los gobiernos asisten impasibles a este espectáculo.
8. ¿Qué medidas llevaría usted a cabo para salir de la crisis?
Fundamentalmente aquellas relacionadas con reforzar lo público, quitar poder a las grandes multinacionales, regular estrechamente al sector financiero y comenzar a transitar sendas que tienen que ver con el “decrecimiento”, es decir, “vivir mejor con un menor consumo de recursos materiales”. El consumismo es la causa principal de que hoy todo el planeta esté en venta, de que no escape nada a los tentáculos del gran capital, de que la Naturaleza muestre evidentes e irreversibles signos de agotamiento y de que la mayor parte de la humanidad viva en la miseria.
9. ¿Cuándo acabará la crisis?
No se sabe, y quien diga que lo sabe, miente. El que más y el que menos tiene sus intuiciones. Ante el panorama desolador que lo inunda todo, no para de hablarse de “brotes verdes”, pero la realidad es que dichos brotes no acaban por convertirse en nuevas ramas sólidas, y tan pronto surgen, se quedan raquíticos o se secan por la dureza y profundidad de una crisis compleja y sistémica. Pero claro, la crisis no es igual para todas las personas de este planeta, por eso es muy relativo hablar de finalización de la misma. Para los enriquecidos la crisis no va más allá de un pequeño ajuste sin mayor importancia. Para los empobrecidos, la crisis es el estado permanente en que viven las sociedades que no logran escapar de la dependencia y la avaricia de este capitalismo devorador.
10. ¿Qué cree usted que pensarán los países más pobres de la tierra de la crisis?
Pues hablando claro y pronto, pensarán que los países enriquecidos se quejan de vicio, y sin razón. Que la verdadera crisis es la que padecen todos los pueblos empobrecidos de la Tierra desde que el capitalismo comercial comenzó su expansión a finales del siglo XV y que llega a nuestros días.
Esta opresión y postración que sufren es silenciada, consentida e incentivada sistemáticamente, mientras que un leve tambaleo del estilo de vida del Norte rico se presenta como un terremoto que pone en peligro seguir instalados/as en la opulencia.
Se trata de dos niveles absolutamente diferentes, la cara y la cruz, la causa y la consecuencia,…sin embargo, seguimos empeñados en crecer, para que el pez grande siga comiéndose al chico.
Entiendo que es un compendio de desigualdades sociales crecientes, de belicismo, de sobreendeudamiento/sobreconsumo que implican la destrucción de la Naturaleza y de ausencia de regulación y control en asuntos tan importantes como los mercados financieros. En fin, un cóctel explosivo y de carácter profundamente estructural en esta etapa de capitalismo maduro globalizado.
2. ¿Y en España, a qué se debe la crisis?
Pienso que a todo lo anteriormente comentado, con la puntilla de un mercado inmobiliario y un sector de la construcción (tanto de obra residencial como de obra pública) absolutamente desbocado. La burbuja inmobiliaria en España no tiene nada que envidiar a la crisis de las hipotecas basuras en Estados Unidos. Como tampoco tiene nada que envidiar el déficit exterior de la economía española (exportaciones menos importaciones) al déficit exterior de la economía estadounidense: son los más altos del mundo, y eso no significa otra cosa más que sociedades que están consumiendo y viviendo muy por encima de sus posibilidades pidiendo prestado al resto del mundo. Porque en términos agregados, a los países les pasa como a los hogares, que si desean gastar por encima de su renta, deben de pedir prestado.
3. ¿Qué responsabilidad tiene el actual gobierno en la crisis?
Pues la propia de haber accedido al poder en 2004 y no haber hecho nada en todo el tiempo que transcurre hasta agosto de 2007 (crisis de las hipotecas basura) y verano de 2008 (cuando comienzan a manifestarse las primeras consecuencias sobre la economía real) para haber intentado reconducir la situación hacia un nuevo modelo productivo no dependiente del ladrillo y mucho más estricto en lo referente a regular y perseguir comportamientos económicos de alto riesgo tales como la especulación de las entidades financieras. Cuando finalmente ha habido que abordar este tema, nos encontramos que las arcas públicas están exhaustas y se apela a subir los impuestos de las clases medias y bajas para financiar políticas anticrisis.
4. Algunos sectores están criticando el papel jugado por los sindicatos, se preguntan cómo es posible que en un país con más de cuatro millones de parados no se haya producido todavía ninguna huelga general.
De momento, sin perjuicio de que el paro tendrá manifestaciones durísimas en muchísimos hogares, todavía hay una amplia cobertura social a través de prestaciones públicas. Además, el fenómeno de la economía sumergida ayuda a sobrellevar la crisis a muchas familias (se estima que casi supone una cuarta parte de la economía formal). También ocurre que hasta ahora el Gobierno no está tomando decisiones que impliquen un ataque frontal a las posiciones de los sindicatos, y estos, hasta el momento, en lo que toca a identificar el origen de la crisis y las políticas a aplicar, no ven en el Gobierno responsabilidad alguna. Lo que pueda ocurrir en los próximo meses al respecto tendrá que ver con la salida o no de la crisis, y, en caso negativo, con las posibilidades de mantener las coberturas sociales, lo cual se relaciona directamente con el margen para seguir aumentando/manteniendo el gran déficit público actual.
5. Qué opinión le merece algunas soluciones como el retraso de la edad de jubilación o la propuesta de los empresarios de abaratar el despido.
Lisa y llanamente son intentos de cargar los costes de la crisis sobre quienes no han tenido nada que ver en su generación. Se trata de recortar derechos sociales, de ir hacia atrás en el Estado del Bienestar, porque resulta que ahora con la crisis el dinero público ha habido que desviarlo a ayudar a los bancos y al gran capital, que siguen jugando al casino financiero en paraísos fiscales, donde se evaden ingresos públicos y por lo tanto se socavan los pilares sociales de nuestra economía.
6. ¿Qué otros cambios se podrían hacer, que necesariamente no afectara al abaratamiento del despido?
Los datos en la Unión Europea nos dicen que las tasas de paro son más bajas en aquellos países que tienen un mercado de trabajo más regulado, y donde los salarios son mayores. Esos países tienen fuertes sistemas educativos, de innovación y de políticas sociales. Intentar salir de la crisis por la vía de abaratar la mano de obra (a la hora de prescindir de ella), es intentar ponerse a la altura de países que ante nosotros tienen todas las de ganar en esta economía globalizada donde la deslocalización y la rapiña de recursos naturales y humanos (explotación) está a la orden del día.
7. ¿Puede ocurrir en España lo mismo que está pasando en Grecia?
Claro que puede ocurrir, porque no se está haciendo nada en el ámbito europeo ni mundial para frenar los ataques especulativos del gran capital contra los estados. Con la especulación hay posibilidad de ganar mucho dinero en muy poco tiempo, y eso desborda la avaricia de multitud de gestores de fondos de inversión que sólo buscan el máximo beneficio a corto plazo, y no les importa lo más mínimo que ello implique que mucha gente lo va a pasar muy mal. Los gobiernos asisten impasibles a este espectáculo.
8. ¿Qué medidas llevaría usted a cabo para salir de la crisis?
Fundamentalmente aquellas relacionadas con reforzar lo público, quitar poder a las grandes multinacionales, regular estrechamente al sector financiero y comenzar a transitar sendas que tienen que ver con el “decrecimiento”, es decir, “vivir mejor con un menor consumo de recursos materiales”. El consumismo es la causa principal de que hoy todo el planeta esté en venta, de que no escape nada a los tentáculos del gran capital, de que la Naturaleza muestre evidentes e irreversibles signos de agotamiento y de que la mayor parte de la humanidad viva en la miseria.
9. ¿Cuándo acabará la crisis?
No se sabe, y quien diga que lo sabe, miente. El que más y el que menos tiene sus intuiciones. Ante el panorama desolador que lo inunda todo, no para de hablarse de “brotes verdes”, pero la realidad es que dichos brotes no acaban por convertirse en nuevas ramas sólidas, y tan pronto surgen, se quedan raquíticos o se secan por la dureza y profundidad de una crisis compleja y sistémica. Pero claro, la crisis no es igual para todas las personas de este planeta, por eso es muy relativo hablar de finalización de la misma. Para los enriquecidos la crisis no va más allá de un pequeño ajuste sin mayor importancia. Para los empobrecidos, la crisis es el estado permanente en que viven las sociedades que no logran escapar de la dependencia y la avaricia de este capitalismo devorador.
10. ¿Qué cree usted que pensarán los países más pobres de la tierra de la crisis?
Pues hablando claro y pronto, pensarán que los países enriquecidos se quejan de vicio, y sin razón. Que la verdadera crisis es la que padecen todos los pueblos empobrecidos de la Tierra desde que el capitalismo comercial comenzó su expansión a finales del siglo XV y que llega a nuestros días.
Esta opresión y postración que sufren es silenciada, consentida e incentivada sistemáticamente, mientras que un leve tambaleo del estilo de vida del Norte rico se presenta como un terremoto que pone en peligro seguir instalados/as en la opulencia.
Se trata de dos niveles absolutamente diferentes, la cara y la cruz, la causa y la consecuencia,…sin embargo, seguimos empeñados en crecer, para que el pez grande siga comiéndose al chico.
1 comentario:
Mi más sinera enhorabuena Goyo por la entrevista y por el blog. Acabo de descubrirlo y me parece muy interesante. Estaré atento a partir de ahora a tus publicaciones. Un abrazo. Alfonso Ponce
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