viernes, 30 de enero de 2009

ENTRANDO EN MATERIA


Belém do Pará (Brasil)
Jueves, 29 de enero de 2009

Esta mañana dio comienzo el seminario organizado entre ATTAC y una docena más de organizaciones de todo el mundo
[1], con el nombre “Para una respuesta global a la crisis financiera”. Hoy se ha centrado en las alternativas para afrontar la crisis, que sirvan para definir demandas comunes y estrategias de movilización social para el futuro.

Antes de nada señalar que había alrededor de unos 250 participantes, con el matiz de que casi todos éramos europeos/as, salpicados de algún asiático/a, africano/a y latinoamericano/a, lo que de entrada nos debe llevar a reflexionar sobre el “escaso” interés que suscita este tema en los países empobrecidos y/o sobre el verdadero alcance de la red ATTAC internacional más allá de 5 ó 6 países europeos. No se trata de ser negativo, al contrario, tan sólo de ser conscientes de la verdadera realidad, que en todo caso está poniendo sobre la mesa un debate absolutamente crucial con rigor y perseverancia.

Va ahí la tormenta de ideas que alrededor de las alternativas para superar la crisis financiera se ha producido al hilo de las exposiciones y debates:
- hay que sustituir el actual paradigma económico neoliberal y asumir que estamos ante una crisis sistémica, no sólo financiera,
- hay que empoderar a la ciudadanía y establecer redes operativas entre los movimientos sociales, respetando siempre la diversidad de puntos de vista pero estableciendo un mínimo y a la vez intenso programa común,
- es preciso reforzar el papel de lo público en la organización política y social, especialmente en el control de los mercados financieros y los movimientos especulativos de capital,
- hay que apoyar sistemas financieros descentralizados, principalmente de carácter local y regional, por lo que las actuales Instituciones Financieras Internacionales ya no tienes razón de ser,
- hay que suprimir los paraísos fiscales y desarrollar un sistema de trazabilidad de las transacciones comerciales y financieras de las multinacionales y el sector bancario,
- es preciso apoyar estructuras de producción y distribución locales para evitar que el excedente sea apropiado por empresas externas,
- hay que establecer nuevos indicadores de medición del bienestar social no tan sesgados hacia la valoración monetaria,
- hay que desarrollar e implantar monedas alternativas a las actuales que se caractericen por su vocación social,
- hay que suprimir el tipo de interés mediante una mayor presencia de la banca pública en el sector financiero,

Como podemos ver (y a partir de ahora ya son impresiones mías), muchas de estas alternativas ya han sido señaladas y tenidas en cuenta en los diferentes documentos que a lo largo de los últimos años hemos venido trabajando en ATTAC España, lo que denota que llevamos cierto adelante respecto al surgimiento y maduración de iniciativas, a la vez de que estamos ante un discurso consolidado entre los principales movimientos sociales del planeta especializados en temas económicos y financieros. Por lo tanto, y esto es muy importante, no debemos admitir más que se diga que hay ausencia de alternativas para abordar la crisis. Al contrario, lo que realmente ocurre es que falta la voluntad política para acometer medidas audaces y de choque propuestas por los movimientos sociales desde hace tiempo, alrededor de las cuales existe un consenso cada vez mayor.

Así, el proceso lógico de la estrategia de los movimientos sociales es cada vez más evidente. Organización y acercamiento dentro de la diversidad para consensuar objetivos, instrumentos y calendario, y en el caso de tibias o nulas respuestas por parte de todos los ámbitos de gobierno (desde los locales a los supranacionales) llamar a la movilización antes de que la crisis cale a más y complique la vida a más personas.

Si el conjunto de la sociedad civil no logra unir esfuerzos y establecer un frente único reivindicativo, los gobiernos seguirán adelante con las medidas que ya han comenzado a tomar y otras similares, que en ningún caso pretenden “otro mundo posible”, sino “revivir un mundo imposible” por lo que de injusto tiene.


[1] ActionAid, Attac, BankTrack, CADTM (Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo), CCFD (Comité Católico contra el Hambre y para el Desarrollo-Francia), CEDLA, CNCD, CRID, Eurodad (EUROPEAN NETWORK ON DEBT AND DEVELOPMENT), International WG on Trade-Finance Linkages, LATINDADD (Red Latinoamericana de Deuda, Desarrollo y Derechos), Networkers Soth-North, NIGD (Network Institute for Global Democratization), SOMO, Tax Justice Network, Transform!, Our World is Not For Sale (OWINFS), Wa ron Want.

1 comentario:

Fernando dijo...

En Davos y en otros foros gubernamentales, andan muy preocupados por la posibilidad de que la crisis sistémica -de origen financiero- desemboque en estallidos sociales. Tal vez por eso, desde los medios dóciles se insiste en la estrategia del miedo en el primer mundo con respecto a esta crisis: miedo a perder el empleo, a no poder pagar hipotecas, a reducir nuestros niveles de consumo y bienestar... Pero no se dice que, tras el angustioso aviso de la FAO en junio de 2008, hoy existen varios millones de hambrientos más que hace 9 meses. ¡Y estamos consintiendo que nuestros gobiernos inyecten capital a los bancos para sanear sus balances (y tapar sus errores), para repartir dividendos, mientras oímos a gente en la calle de que, con lo mal que estamos, ahora no podemos ocuparnos de los pobres! Pues como sigamos así, con ATTAC o sin ATTAC, los estallidos sociales se van a generalizar en el planeta.